El intere s que ha despertado el pragmatismo americano (un gentilicio impropio, como reconoce el propio Dewey en el El Renacimiento Educativo de Me xico ) en nuestros di as y desde hace ya tres de cadas, se debe, en parte, a la difusio n que uno de los filo sofos ma s influyentes del cambio de siglo dió a dicha corriente de pensamiento: Richard Rorty. Su muerte dejo una estela de disputas en el quehacer pragmatista de nuestro tiempo. Sin embargo, por lo menos algunas de e stas se remontan a los inicios del movimiento pragmatista americano y precisamente en torno al sentido de las nociones y conceptos vertidos por el pragmatismo para hacer distintiva su filosofi a frente a las tradicionales ; en particular, cabe pensar sobre la noción de experiencia que defendiera John Dewey. Ésta ha recorrido los senderos de la filosofía empirista, pero al penetrar en la provincia de la filsofía de Dewey cambia su sentido, se enriquece y adquiere una dimensión más ámplia por derecho propio. En este libro, el lector interesado en la filosofía encontrará una reconstrucción naturalista con la pretención de ser al mismo tiempo fiel a Dewey y a un lenguaje más familiar acorde con nuestros tiempos.