La postmodernidad y el progreso que se ha venido generando en el ámbito económico mundial, conducen al ser humano a la imperiosa la necesidad de organizarse para garantizar su subsistencia en el marco de una sociedad cambiante, dinámica, compleja y evolutiva. De allí que cada cierto tiempo las sociedades requieren reafirmarse y renovarse, a través de políticas redefinidas que conlleven hacia una toma de conciencia mundial, que promueva un modelo de desarrollo sostenible o sustentable. En relación con estas ideas, el desarrollo sustentable es un proceso integral que se logra mediante la articulación de patrones de producción y consumo de bienes y servicios que determinan la calidad de vida de la población, lo cual exige a las distintas organizaciones de la sociedad, compromisos y responsabilidades en el diseño y aplicación de mecanismos económicos, políticos, ambientales y sociales.