La violencia intrafamiliar es un problema social multidimensional que crece de forma espiral, asemejando un ciclo potencialmente letal cuyo eslabón final es el femicidio. Este ciclo de violencia empieza con aumento de la tensión en pareja que llega a provocar agresiones verbales, lo cual asciende a violencia física latente haciendo que las víctimas normalicen comportamientos de maltrato, ignorando su propio riesgo vital, en ocasiones presentan demandas y son amparadas por la ley mediante las medidas de protección, pero esto no parece evitar en todos los casos la muerte violenta de las mujeres agredidas en su relación de poder.