El papel se ha utilizado ampliamente como vehículo conveniente para la adquisición, almacenamiento y difusión del conocimiento humano. Los papeles funcionales se utilizan con fines específicos, como: papel impermeable, papel carbón, papel eléctrico, papel satinado por fricción, papel o cinta de grabación magnética, papel jaspeado, papel resistente al moho y a los insectos, papel de calco y aceitado, papel recubierto de cera, etc. Desafortunadamente, y dependiendo de las condiciones naturales y ambientales, el papel, especialmente el preparado a partir de materiales fibrosos no madereros (Agro-fibras) está sujeto al ataque de varias fuentes conocidas por dañar el papel y causar el deterioro de sus propiedades. Los agentes que causan el deterioro del papel se clasifican en agentes biológicos, agentes físicos y agentes químicos. El papel funcional debe tener durabilidad (papel de permanencia). La mayoría de los papeles de permanencia están hechos de algodón o mezclados con fibras de lino para obtener resistencia y durabilidad. En este libro me centraré en presentar enfoques para mejorar la durabilidad de las hojas de papel y aceptarle propiedades valiosas, por ejemplo, mejorar la prueba de falsificación para reaparecer la escritura en documentos quemados.
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