La legislación agraria expedida en 1992 es producto de los procesos legislativos que incluyeron una reforma al artículo 27 constitucional, la derogación de la hasta entonces vigente Ley Federal de Reforma Agraria y la expedición de la nueva Ley Agraria; esas modificaciones culminan la configuración progresiva del marco jurídico de la propiedad de la tierra en el campo mexicano que se inicia en La Colonia, atravesando por fenómenos económicos y sociales que han cambiado el perfil de la Nación, desde una sociedad predominantemente rural y analfabeta y una economía basada en la agricultura y la minería, hasta la sociedad del Siglo XXI predominantemente urbana y escolarizada, y una economía que se sostiene con base en el petróleo, la industria y los servicios en el marco de la globalidad.