En Nicaragua, la debilidad del sistema productivo y el incremento de personas en situación de extrema pobreza han forzado a muchas familias a buscar su sustento en la basura. Los recolectores de basura se encuentran fuertemente estigmatizados, pese a realizar un trabajo socialmente útil, económicamente productivo y ambientalmente beneficioso, evitando que muchas toneladas de residuos incrementen el tamaño de los basureros y permitiendo el reciclaje de gran cantidad de materiales. La falta de oportunidades que caracteriza a los recolectores de basura, junto a unas circunstancias vitales notablemente negativas, parecen condenar a las distintas generaciones a la pobreza padecida por sus padres, lo que hace imprescindible romper con el círculo vicioso de la condición hereditaria de la pobreza y la exclusión. El presente trabajo, que analiza la situación y necesidades de las personas que se sustentan de la basura en León (Nicaragua), ha permitido constatar que, en su mayoría, los recolectores conforman un colectivo con grandes potencialidades, que actuando organizadamente podrán mejorar sustancialmente su situación personal y contribuir al desarrollo de su comunidad