Tenemos conciencia de que hemos sido creados para la libertad, para amar y para ser responsables, con nosotros mismos y con quiénes nos rodean, pero a la vez sentimos una presión por las normas y reglas que hemos establecido para vivir en sociedad ¿Qué hacer? Para estudiar esta dimensión tan importante de nuestra vida, es que hemos tomado la problemática que Pablo enfrentó con las iglesias de Galacia. Mientras Pablo, por un lado les predicó el evangelio del amor, otros, llamados judaizantes vinieron tras él, para decir que era necesario ceñirse a los rudimentos de la ley. El conflicto era y es entonces entre la Ley y el Evangelio. Vivir sujeto a un dictamen , que nos dice lo que debemos hacer o por el evangelio que en plenitud y libertad nos lleva a decidir en consciencia como amar a Dios y a nuestro prójimo. Para reforzar esta reflexión sobre la opción entre vivir la libertad del evangelio o bajo los esquemas de la ley, adjunto parte de una monografía, escrita en el año 1980, unanálisis a la postura rígida de algunas lecturas al libro de Deuteronomio y su aplicación al sufrimiento humano.