Los otros días leyendo en el tratado de Lucas dirigido a su antiguo amigo Teófilo, en el relato de cuando Simón Pedro, Juan y Jacobo, y posiblemente otros pescadores no mencionados en el relato, fueron testigos del poder de Jesús de provocar un milagro impresionante, de hacer surgir peces donde no los había, y producto de ello, la decisión de cada uno de dejarlo todo por seguir a Jesús, no pude menos que preguntar, ¿Qué fue lo que realmente llevó a Pedro, a Juan y a Jacobo a tomar semejante decisión por seguir a Jesús? Ese día los pescadores dejaron su oficio, sus familias, su responsabilidad ante la comunidad, literalmente, lo dejaron todo. ¿Por qué? ¿Qué encontraron los pescadores en Jesús que estuvieron dispuestos a tal decisión? El milagro no solo lo fue para tres pescadores, o los pescadores que hubieran estado con ellos, el milagro lo fue para toda la multitud agolpada esa mañana a orillas de la mar. ¿Merece el esfuerzo conocer de Dios y seguir a Jesús? Merece el esfuerzo si aceptamos a vivir bajo el conocimiento de que Dios tiene cuidado de quienes estén dispuestos a confiar en Él.