El hombre primitivo necesitó desde la noche de los tiempos conocer a los animales que le rodeaban, para saber si eran peligrosos, buenos por sus carnes, útiles como mascotas, dañinos por provocar daño a sus cultivos o causarle enfermedades. La Zoología surge como ciencia en la Grecia antigua y Aristóteles fue uno de sus más fervientes cultivadores. Este campo científico se encarga del estudio o tratado de los animales en sus más variadas facetas, por ejemplo, nos ayuda a clasificar los animales por sus verdaderas relaciones de parentesco, a conocer los procesos evolutivos de los diferentes grupos zoológicos, las relaciones que éstos establecen entre sí y con el medio ambiente, su morfología externa, la anatomía interna de los mismos, los procesos fisiológicos que ellos desarrollan durante su ciclo de vida y cómo se transmiten los caracteres hereditarios de progenitores a la descendencia.