Cualquiera que juegue en un campo de golf sabe que está en un recinto seguro. Pero, de acuerdo con las experiencias de los dos protagonistas, no hay afirmación más atrevida. El lector va a encontrar en estas dieciocho historias que los lances del juego, en principio aparentemente normales, constituyen la llave de sucesos tan impensables y escalofriantes como jamás pudiera imaginar. Gran parte de lo que tienen de turbador es que son, en principio, posibles, y le pueden suceder a cualquiera que juegue un confiado y tranquilo partido. Sin saber en realidad con quién o dónde lo está jugando, que puede ser muy distinto de lo que cree.