Como primera traducción al español, A contrapelo ofrece un repertorio de síntomas, posiciones y direcciones que permite visualizar un panorama histórico-político de la escena artística en la Polonia comunista, desde la que se situaron una serie de prácticas artísticas no oficiales a partir de la virulencia de su quehacer teórico-artístico, entre el gesto y la militancia. Manifiestos, reflexiones y ensayos de artistas y colectivos que de alguna manera permean otras prácticas escriturales (poesía, narrativa), además de su trabajo creativo como artistas visuales: el espesor de aquellas voces inarticuladas para el régimen cristaliza la complejidad de un arte polaco no-oficial que, a contrapunto de las lógicas institucionales del campo y los supuestos epistemológicos y estéticos bajo los cuales descansa la definición de arte, se define en la búsqueda de un lugar intermedio –aquél desde el cual también es posible la interrupción y transformación del continuum de la historia. Un modo de concebir y hacer artísticamente, hacia una definición política –y, por lo mismo, no politizada– del arte.