¿Pasas incontables horas cada semana jugando videojuegos? ¿Te has preguntado qué podrías lograr si dedicas algunas de esas horas a otras actividades? ¿Dónde se encuentra el límite entre ser un jugador apasionado y tener una adicción? Entonces sigue leyendo…
“La adicción comienza con la esperanza de que algo ‘allá afuera’ pueda llenar de inmediato el vacío del interior.” - Jean Kilbourne
Jugar en sí no es malo. Los juegos son divertidos. El simple hecho de mirar pantallas proporciona una satisfacción rápida y permanente. Si le agregas el jugar con más tecnología, esto se vuelve un cóctel de dopamina explosivo para la mente.
Cuando uno se divierte, el tiempo puede pasar volando. Sin embargo, debemos tener cuidado con el tiempo que se le dedica a los videojuegos.
Las personas que han desarrollado una adicción a los videojuegos suelen no poner límites a su tiempo de juego, llegando a mentir para quedarse en casa jugando o incluso jugando a escondidas durante las noches.
¿Esto te parece familiar? Ya sea que tu o alguien cercano muestre estas conductas recientes puede estar teniendo una dificultad por separarse de los videojuegos. ¡Afortunadamente hemos recolectado toda la información que necesitas!
En este libro, descubrirás:
- Causas más fuertes que ocasionan una adicción a los videojuegos.
- Efectos de los videojuegos en la salud mental.
- Uso de técnicas altamente efectivas para ayudarte a dejar los videojuegos.
- Maneras efectivas de integrar los videojuegos a tu dinámica familiar de forma saludable.
- Aprende a pasar de desperdiciar horas en videojuegos a llevar una vida con propósito.
- Y mucho más…
Los videojuegos segregan dopamina, la misma que libera el consumo de algunas sustancias Al cerebro le gusta mucho emocionarse, ver, recompensarse y aprender, funciones de los videojuegos. Los juegos con recompensa producen sustancias químicas que transmiten fuertemente la sensación de placer. El cerebro lo aprende y va a buscar realizar esta conducta. Es debido a esto que los videojuegos pueden llegar a ser altamente adictivos.
¡Esta es tu señal para tener una relación más saludable con los videojuegos! ¡No esperes más y desplázate hacia arriba!
“La adicción comienza con la esperanza de que algo ‘allá afuera’ pueda llenar de inmediato el vacío del interior.” - Jean Kilbourne
Jugar en sí no es malo. Los juegos son divertidos. El simple hecho de mirar pantallas proporciona una satisfacción rápida y permanente. Si le agregas el jugar con más tecnología, esto se vuelve un cóctel de dopamina explosivo para la mente.
Cuando uno se divierte, el tiempo puede pasar volando. Sin embargo, debemos tener cuidado con el tiempo que se le dedica a los videojuegos.
Las personas que han desarrollado una adicción a los videojuegos suelen no poner límites a su tiempo de juego, llegando a mentir para quedarse en casa jugando o incluso jugando a escondidas durante las noches.
¿Esto te parece familiar? Ya sea que tu o alguien cercano muestre estas conductas recientes puede estar teniendo una dificultad por separarse de los videojuegos. ¡Afortunadamente hemos recolectado toda la información que necesitas!
En este libro, descubrirás:
- Causas más fuertes que ocasionan una adicción a los videojuegos.
- Efectos de los videojuegos en la salud mental.
- Uso de técnicas altamente efectivas para ayudarte a dejar los videojuegos.
- Maneras efectivas de integrar los videojuegos a tu dinámica familiar de forma saludable.
- Aprende a pasar de desperdiciar horas en videojuegos a llevar una vida con propósito.
- Y mucho más…
Los videojuegos segregan dopamina, la misma que libera el consumo de algunas sustancias Al cerebro le gusta mucho emocionarse, ver, recompensarse y aprender, funciones de los videojuegos. Los juegos con recompensa producen sustancias químicas que transmiten fuertemente la sensación de placer. El cerebro lo aprende y va a buscar realizar esta conducta. Es debido a esto que los videojuegos pueden llegar a ser altamente adictivos.
¡Esta es tu señal para tener una relación más saludable con los videojuegos! ¡No esperes más y desplázate hacia arriba!