El hombre es también un compuesto de los cuatro elementos. La salud consiste en cierto equilibrio entre ellos. El conocimiento es posible porque lo semejante conoce lo semejante: por el fuego que hay en nosotros conocemos el fuego exterior, y así los demás elementos. La sede del conocimiento seria la sangre, porque en ella se mezclan de modo adecuado los cuatro elementos de la naturaleza.