"Debería liberarse, pero todos los pensamientos sensatos se fueron volando y no había nada que quisiera más que que él continuara. Después de quedarse viuda, la vida se había vuelto gris y triste. Necesitaba ser deseada de nuevo."Cuando el padre de Sara murió en el Titanic, perdió el contacto con su abuela en Estados Unidos. Los únicos vínculos que le quedan son una muñeca y algunas cartas. En 1941, Sara se queda viuda y se muda a Nueva York para buscar a su abuela. La vida de Sara es gris y triste, pero un día aparece un hombre guapo en la cafetería donde trabaja. Su nombre es Henry y se queda cuando la cafetería cierra... Pero, ¿Sara conseguirá encajar en su sitio todas las piezas de su vida?-