En tiempos de prueba, división y represión, la Iglesia Católica Griega Ucraniana ha permanecido fiel, al pie de la Cruz. Su líder, el arzobispo Sviatoslav Shevchuk, creció en Ucrania en una época en que su Iglesia era ilegal. Su familia tenía que practicar su fe en secreto. Nacido en 1970 en Stryi, en el oeste de Ucrania, estudió en un seminario clandestino y aprendió del testimonio de sacerdotes y obispos encarcelados por su fe. Algunos de ellos perdieron la vida por su fidelidad a Cristo y su Iglesia. En las entrevistas contenidas en este libro, Shevchuk ofrece profundas reflexiones sobre la dirección en la que va el mundo, y sobre la lucha que afronta la Iglesia treinta años después de la caída de la Unión Soviética y tras la invasión rusa de Ucrania. Quienes desean profundizar en su fe y dar a su vida un sentido plenamente cristiano, y quienes acompañan a otras personas en su vida espiritual podrán encontrar luz y respuestas en este libro.