La novela Amor y pedagogía (1902) es una crítica despiadada del optimismo que caracteriza la pedagogía positivista de finales del XIX. Mediante el relato satírico de un experimento fallido, Unamuno defiende al hombre de la ciencia, a la cual escapa completamente el destino del ser humano. A pesar del carácter ensayístico que pudiera tener la novela, por el contenido crítico y polemizante, Unamuno consigue crear unos personajes de alto interés literario y con vida propia.