América Latina enfrenta una posición única en su historia, por primera vez una crisis económica a escala global iniciada en los Estados Unidos y Europa no golpea a la región con fuerza multiplicada por el subdesarrollo y la dependencia, e incluso por vez primera ocurre la crisis con una relación de intercambio favorable para la región. La imposibilidad de los centros hegemónicos de sustentar proyectos de asociación o integración con la región propician los nuevos caminos y probablemente positivo escenario de futuro de América Latina y la integración regional su consecuencia lógica. Existe la base de recursos naturales y humanos, y la masa crítica financiera suficiente para sustentar la integración. América Latina tiene mucho para sustentar la integración y al mismo tiempo, tiene una deuda que cancelar en su condición de región más inequitativa del planeta, con la mayor carga de desigualdad social.