"¿Estoy realmente seguro de no experimentar sentimiento de amor cuando odio, de amar verdaderamente cuando en realidad sólo estoy adorando, de estar celoso cuando siento envidia, de ser bienintencionado cuando sólo un egoísmo disfrazado me anima?" En este libro, que se lee como un pequeño tratado de las pasiones, Charlotte Casiraghi y Robert Maggiori se ocupan de lo sensible, de lo que nos afecta, de las fronteras o de la ausencia de fronteras entre las emociones, de su lógica, a veces de su confusión. De ello surge que nuestros estados de ánimo forman un conjunto de islotes solitarios unidos por el magnetismo del deseo, que los autores, desde su formación filosófica, se proponen describir.