A pesar de ubicarse en un territorio que vio el desarrollo de algunas de las culturas consideradas “mayores” como la Chavín y posteriormente la Recuay, la zona de Chacas (Sierra de Ancash, Perú) y su arqueología permanecen casi desconocidas. Este libro, que nace a partir de un trabajo de campo realizado en ocasión de una tesis doctoral, trata de una micro región donde se hallaron más de 50 sitios arqueológicos que datan del Período Inicial hasta la época colonial. La variedad y cantidad de estructuras antiguas encontradas, así como la posición del área situada en una zona de paso entre la selva alta peruana y la zona del Callejón de Huaylas, han convertido ese territorio en un lugar ideal donde estudiar los cambios de las sociedades a través del tiempo y los fenómenos de adaptación a una de las áreas más abruptas de los Andes peruanos. La imagen que emerge de los antiguos habitantes de Chacas es la de una sociedad donde la emergencia de la desigualdad y de la estratificación social horizontal obedecen, en gran parte, a dinámicas locales e internas ya que la historia local está caracterizada por una extraordinaria permeabilidad, y al mismo tiempo resistencia, hacia las influencias de los “centros mayores” como Chavín, Wari y Cuzco. El tejido en que se materializan dichos fenomenos sociales y se vuelven evidentes para la observación arqueológica es el del paisaje: la apropiación de los espacios vitales y económicos queda, tanto durante toda la antigüedad de la zona como en el período moderno, subrayada y sancionada por la construcción, modificación y concurrencia de áreas de viviendas y de zonas de rituales y funerarias. El paisaje se convierte en un espacio cultural en el que expresar la pertenencia étnica, el culto a los antepasados míticos, la ritualidad hacia la naturaleza sin olvidar la propiedad de la tierra y del agua. Estos elementos han funcionado como estímulo para la construcción de una identidad comunitaria tanto en el pasado como en el presente y forman parte de una asombrosa estrategia de cohesión social que perdura en el tiempo. (Con 291 láminas)