2,99 €
2,99 €
inkl. MwSt.
Sofort per Download lieferbar
payback
0 °P sammeln
2,99 €
2,99 €
inkl. MwSt.
Sofort per Download lieferbar

Alle Infos zum eBook verschenken
payback
0 °P sammeln
Als Download kaufen
2,99 €
inkl. MwSt.
Sofort per Download lieferbar
payback
0 °P sammeln
Jetzt verschenken
2,99 €
inkl. MwSt.
Sofort per Download lieferbar

Alle Infos zum eBook verschenken
payback
0 °P sammeln
  • Format: ePub

Esta autobiografía, de la que hoy no se encuentran ediciones, destaca por su sinceridad y simpatía. Darío, el padre del modernismo, es casi coloquial, sarcástico, franco a la hora de mostrar las fronteras entre sus compromisos políticos con unas repúblicas endebles (Nicaragua entre ellas) y su vehemencia literaria; no duda en contarnos anécdotas hilarantes sobre políticos y artista.

  • Geräte: eReader
  • mit Kopierschutz
  • eBook Hilfe
  • Größe: 0.96MB
Produktbeschreibung
Esta autobiografía, de la que hoy no se encuentran ediciones, destaca por su sinceridad y simpatía. Darío, el padre del modernismo, es casi coloquial, sarcástico, franco a la hora de mostrar las fronteras entre sus compromisos políticos con unas repúblicas endebles (Nicaragua entre ellas) y su vehemencia literaria; no duda en contarnos anécdotas hilarantes sobre políticos y artista.

Dieser Download kann aus rechtlichen Gründen nur mit Rechnungsadresse in A, B, BG, CY, CZ, D, DK, EW, E, FIN, F, GR, H, IRL, I, LT, L, LR, M, NL, PL, P, R, S, SLO, SK ausgeliefert werden.

Autorenporträt
Rubén Darío (Metapa, 1867-León, 1916). Nicaragua. De verdadero nombre Félix Rubén García Sarmiento, Rubén Darío nació el 18 de enero de 1867, en la pequeña aldea nicaragüense de Metapa. Sólo un mes después, la familia se trasladó a León (Nicaragua), sin mejorar allí apenas su precaria situación económica. De ascendencia española e indígena, Rubén recibió en gran parte su primera educación en casa de un tío abuelo suyo, el coronel Ramírez y Bernarda Sarmiento. En 1881, acabados los estudios en León, y habiendo publicado ya algunos poemas con el apellido Darío (nombre de pila de un antepasado), Rubén marchó a El Salvador, donde trabó amistad con el poeta Francisco Gavidia y avanzó en sus descubrimientos poéticos. En 1883 regresó a Nicaragua, donde trabajó en la Biblioteca Nacional de Managua y en la secretaría del presidente Adán Cárdenas. Animado por algunos amigos, en 1886 viajará a Santiago de Chile, colaborando allí en los periódicos chilenos y publicando sus primeros libros. Rubén tuvo dificultades para conectar al principio con los círculos literarios e intelectuales chilenos, pero tras obtener el primer premio en un concurso de poesía exaltadora de los próceres chilenos, su nombre comenzó a ser bien recibido. Sin duda, aquel libro fue compuesto con la intención de salir del anonimato, ya que Darío trabajaba por entonces en su poesía innovadora y modernista, cuya piedra miliar será el libro de prosa y poesía Azul, de 1888, en el que se detectan remotas resonancias becquerianas. Con el tiempo su reconocimiento como primer representante de la nueva poesía se hizo extenso y sus relaciones se ampliaron a los círculos más influyentes, tanto en lo literario como en lo político (fue amigo del presidente Balmaceda). En su breve regreso a Nicaragua, en 1889 (tras la muerte de su padre, meses antes), Darío conocerá a Rafaela Contreras, con la que contraerá matrimonio civil en El Salvador. Después vendrán cortas estancias en Guatemala, Costa Rica y su país natal, hasta que el Gobierno nicaragüense lo envía a España como representante en el IV Centenario del descubrimiento de América, lo que le dio la oportunidad de conocer a numeroso literatos españoles. Fallecida su esposa en 1893, Rubén se casará al año siguiente con un amor de juventud, Rosario Murillo; dicho matrimonio está envuelto de misterio debido a la reputación de dicha mujer y a los manejos que quizá llevó a cabo su hermano para materializar la boda. Sea como fuere, Rubén Darío es ya un respetado hombre público en toda Latinoamérica, y ese mismo año será nombrado cónsul de Colombia en Panamá y Buenos Aires, realizando después viajes a Nueva York, donde conoció a José Martí, y a París, donde se encuentró con uno de sus maestros, el poeta Verlaine.