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Este es el segundo libro de tres tomos, donde su autor, ernesto Thomas González, nacido en la ciudad de Montevideo, Uruguay, en 1968, y paciente psiquiátrico desde sus once años, relata la evolución siniestra del tratamiento psiquiátrico al que fue sometido, y cómo lo que en un principio se le diagnosticaba como un mero "tratamiento de carácter", luego los propios terapéutas lo fueron agravando más, dentro de un entorno familiar y social discriminatorio, que llevó a que un niño de once años, que no tenía mayores síntomas, terminara siendo tratado con poderosos antipsicóticos, aislado de su…mehr

Produktbeschreibung
Este es el segundo libro de tres tomos, donde su autor, ernesto Thomas González, nacido en la ciudad de Montevideo, Uruguay, en 1968, y paciente psiquiátrico desde sus once años, relata la evolución siniestra del tratamiento psiquiátrico al que fue sometido, y cómo lo que en un principio se le diagnosticaba como un mero "tratamiento de carácter", luego los propios terapéutas lo fueron agravando más, dentro de un entorno familiar y social discriminatorio, que llevó a que un niño de once años, que no tenía mayores síntomas, terminara siendo tratado con poderosos antipsicóticos, aislado de su grupo social adolescente, castrado definitivamente a sus 15 años, y, a partir de sus 18 años, a ser tratado con electroshocks e internado de por vida en clínicas psiquiátricas.
Autorenporträt
Mi nombre es Ernesto, Thomas González. Nací el 22 de abril de 1968, en la ciudad de Montevideo, Uruguay. Mi padre, Charles Thomas Peña, fue capitán de barcos mercantes, y mi madre, Milda Rosalía Loitey, fue docente de escuela primaria. Yo soy el mayor de tres hermanos, de mi hermana Marina, nacida en 1969, y de mi hermano Martín, nacido en 1972. Durante mi infancia, debido a las ausencias de mis padres, ocasionadas por sus profesiones (los viajes marítimos de mi padre duraban meses, incluso hasta un año), y por el hecho de que mi madre trabajaba un doble horario en la escuela primaria, yo, al igual que mis hermanos, fuimos educados por criadas que nos preparaban las comidas y nos higienizaban.. Debido a las ausencias de nuestros padres, tanto yo como mis hermanos, fuimos inscriptos en clubes deportivos, para hacer gimnasia y natación, a causa de las ausencias paterna y materna en nuestro hogar. Yo no solo tuve en mi niñez un padre ausente por asuntos laborales, sino que mi madre, debido a una actitud machista y antifemenina, , ella sintió que, si ella no trabajaba, y no tenía un título, y no aportaba dinero al hogar, ella se sentía inferior como persona y como mujer. Pero mi padre, como capitán de enormes buques mercantes, ganaba decenas de miles de dólares por mes- ¿Qué necesidad tenía mi madre de trabajar en la escuela?