No es ningún secreto que los gobiernos de todo el mundo están empezando a tomar medidas enérgicas contra el azúcar. Están pasando impuestos a las bebidas azucaradas y los refrigerios, prohibiéndolos en las escuelas, y se están abriendo más programas de tratamiento para las personas que creen que son adictas al azúcar. Pero cual es la verdad? ¿Es el azúcar el nuevo enemigo?