Lucy Davison se convirtió en una novia por encargo junto a otras noventa y nueve mujeres. Todas fueron llevadas a Seattle, territorio de Washington y todo a causa de la Guerra Civil, la cual había disminuido la cantidad de hombres casaderos en New Bedford. Uno de los hombres que trasladó las novias hasta Seattle fue Drew Talbot. Cuando Lucy lo conoce y se tocan por primera vez, ella siente que una especie de energía eléctrica recorre todo su cuerpo. El problema es que siempre que Drew está cerca, Lucy se vuelve completamente torpe y por lo general termina en los brazos de él. Cuando se pone de novia y se compromete con el hombre que ama, ella cree que todos sus sueños se harán realidad. Luego, después de haber presenciado el asesinato de otra novia, Lucy es secuestrada por el homicida Harvey Long. Él se la lleva y la maltrata, por lo que todos creen que sucedió lo peor. Con su reputación hecha trizas, ella cancela la boda y se niega a casarse con Drew. Lucy se da por vencida y deja de creer que los sueños se hacen realidad. Drew sabe que Lucy es virgen aún, aunque ella no lo admita. Ella, en realidad, no confiesa nada y apenas le dirige la palabra a Drew. Él está decidido a rescatar a Lucy de la prisión que ella mismo se impuso. La convencerá de que los sueños sí se pueden hacer realidad, que el amor entre ellos es verdadero y por el cual vale la pena luchar. Cuando Harvey escapa de prisión va en busca de Lucy, la única testigo del asesinato que él cometió. Drew debe proteger a su amada y evitar que sea la próxima víctima de un asesino serial.