Manuel de la Fuente, de origen cubano, emigró a la pujante Venezuela de los años 60 donde comenzó una nueva vida en medio de la cotidianidad típica de la fuerte clase media de la época. Un acontecimiento rompió el cómodo hilo de su existencia cuando revela lo que por más de 40 años fue como un juego. En medio de su soledad comienza a retomar el camino escarpado de sus memorias donde trata de encontrar la explicación simple de una realidad mucho más compleja que deja heridas de muerte a su mujer, a sus hijas, pero sobre todo a sí mismo, viviendo preso de sus propias contradicciones. Varias historias cortas revelarán fragmentos de la vida de un antihéroe quien se convierte en espejo de una verdad que paradójicamente atormenta o hace feliz a parte de la humanidad.