Clara recibe un sorprendente regalo de su tía que vuelve después de un viaje a Londres: un perro de peluche... un perro de peluche que habla... y habla en inglés con Clara. Juntos podrán realizar el gran sueño de Clara: convertirse en detectives. Y el mejor momento para practicar lo encuentran cuando desaparecen los pendientes de una vecina de lo más gruñona. Además, Clara y su socio intentarán que la basura no huela tan mal...