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En la actualidad estamos asistiendo a un nuevo movimiento relacionado con la alimentación, que se está haciendo muy popular entre las personas, derivado de otros con más trayectoria como son el colectivo vegano y vegetariano, pero posiblemente con los mismos errores nutricionales que los anteriores. Me refiero a la tendencia por dejar de comer carne o eliminar para siempre este alimento de nuestra dieta.
Dejar de comer carne es el objetivo de muchas personas que, no obstante, tienen innumerables dudas sobre cómo hacerlo de manera saludable y sin el peligro de sufrir graves carencias nutricionales.
Bien sea por motivos de salud, estéticos, políticos, modas, tendencias, empatía con los animales y su protección, o cualquiera de los motivos que queramos añadir, el hecho que supone dejar de comer carne debe estar asociado a una serie de nuevos hábitos alimenticios. El problema es que muy pocas personas los conocen y no los llevan a la práctica, produciéndose así desequilibrios importantes en su organismo, a nivel nutricional por déficit de nutrientes, proteínas u otros superalimentos que deberían estar incluidos en una dieta sin carne.
Desayunar leche vegetal, de arroz o avena, frutas o tostadas con mermelada. Al mediodía comer pasta con soja, nueces o setas, ensaladas con aguacate, semillas, verduras, legumbres y revueltos con tofu y tomate, realmente suena muy bien a nivel nutricional y además no echaremos de menos la ingesta de carne en nuestro organismo. Pero el problema aparece cuando determinadas personas, por ignorancia, comienzan una dieta sin carne por seguir la tendencia, por ser más guay que el resto, o simplemente por querer estar más sanas sin tener en cuenta importantes carencias nutricionales a la hora de llevarla a cabo. Por lo tanto, el desequilibrio que se produce en su cuerpo, conlleva riesgo para su salud.
Si has decidido dejar de comer carne o llevas tiempo sin hacerlo, si eres vegano o vegetariano, este libro despejará todas las dudas a nivel alimenticio, que debes tener en cuenta para el bien de tu salud y en definitiva, para tu bienestar personal y felicidad.
El quid de la cuestión no radica exclusivamente en dejar de comer carne, sino en seguir llevando una dieta equilibrada cuando se interrumpe la ingesta de este alimento.
Muy pocas personas mantienen una alimentación equilibrada cuando han dejado de alimentarse con carne.
Por increíble que parezca a día de hoy, muchas personas piensan que con el solo hecho de alimentarse con arroz, lechuga, los vegetales y frutas que encuentren, van a tener buena salud. Pero lo cierto es que la realidad es bien distinta.
Muchos alimentos comercializados como vegetarianos o veganos suelen ser altamente procesados, con alto contenido de azúcar o carecen de nutrientes. El negocio de la alimentación quiere vender a toda costa, pero nunca se preocupará, como nosotros lo debemos hacer, por nuestra salud.
Según opiniones expertas en salud y nutrición, todos sin excepción, somos aptos para estas dietas. Hay que recordar que somos seres vegetarianos por naturaleza. Al cambiar nuestra dieta y readaptarla, tendremos una mejor salud, menor riesgo de sufrir enfermedades, nuestros sistemas internos trabajarán con mayor libertad y fluidez, se evitará el maltrato animal y miles de millones de vidas no tendrán que ser sacrificadas. Además, contribuiremos para combatir las principales causas de deterioro de nuestro medio ambiente.
Porque todo empieza y termina por la salud, con esta guía tendrás a tu disposición, de forma práctica y sencilla, toda la información y el conocimiento necesario para realizar la transición hacia una dieta sin carne de manera sana y equilibrada.
Dejar de comer carne es el objetivo de muchas personas que, no obstante, tienen innumerables dudas sobre cómo hacerlo de manera saludable y sin el peligro de sufrir graves carencias nutricionales.
Bien sea por motivos de salud, estéticos, políticos, modas, tendencias, empatía con los animales y su protección, o cualquiera de los motivos que queramos añadir, el hecho que supone dejar de comer carne debe estar asociado a una serie de nuevos hábitos alimenticios. El problema es que muy pocas personas los conocen y no los llevan a la práctica, produciéndose así desequilibrios importantes en su organismo, a nivel nutricional por déficit de nutrientes, proteínas u otros superalimentos que deberían estar incluidos en una dieta sin carne.
Desayunar leche vegetal, de arroz o avena, frutas o tostadas con mermelada. Al mediodía comer pasta con soja, nueces o setas, ensaladas con aguacate, semillas, verduras, legumbres y revueltos con tofu y tomate, realmente suena muy bien a nivel nutricional y además no echaremos de menos la ingesta de carne en nuestro organismo. Pero el problema aparece cuando determinadas personas, por ignorancia, comienzan una dieta sin carne por seguir la tendencia, por ser más guay que el resto, o simplemente por querer estar más sanas sin tener en cuenta importantes carencias nutricionales a la hora de llevarla a cabo. Por lo tanto, el desequilibrio que se produce en su cuerpo, conlleva riesgo para su salud.
Si has decidido dejar de comer carne o llevas tiempo sin hacerlo, si eres vegano o vegetariano, este libro despejará todas las dudas a nivel alimenticio, que debes tener en cuenta para el bien de tu salud y en definitiva, para tu bienestar personal y felicidad.
El quid de la cuestión no radica exclusivamente en dejar de comer carne, sino en seguir llevando una dieta equilibrada cuando se interrumpe la ingesta de este alimento.
Muy pocas personas mantienen una alimentación equilibrada cuando han dejado de alimentarse con carne.
Por increíble que parezca a día de hoy, muchas personas piensan que con el solo hecho de alimentarse con arroz, lechuga, los vegetales y frutas que encuentren, van a tener buena salud. Pero lo cierto es que la realidad es bien distinta.
Muchos alimentos comercializados como vegetarianos o veganos suelen ser altamente procesados, con alto contenido de azúcar o carecen de nutrientes. El negocio de la alimentación quiere vender a toda costa, pero nunca se preocupará, como nosotros lo debemos hacer, por nuestra salud.
Según opiniones expertas en salud y nutrición, todos sin excepción, somos aptos para estas dietas. Hay que recordar que somos seres vegetarianos por naturaleza. Al cambiar nuestra dieta y readaptarla, tendremos una mejor salud, menor riesgo de sufrir enfermedades, nuestros sistemas internos trabajarán con mayor libertad y fluidez, se evitará el maltrato animal y miles de millones de vidas no tendrán que ser sacrificadas. Además, contribuiremos para combatir las principales causas de deterioro de nuestro medio ambiente.
Porque todo empieza y termina por la salud, con esta guía tendrás a tu disposición, de forma práctica y sencilla, toda la información y el conocimiento necesario para realizar la transición hacia una dieta sin carne de manera sana y equilibrada.
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