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Si a un genio personal se le da la oportunidad de conceder tres deseos, se podría empezar pidiendo una suma de un billón de dólares y la capacidad de levitar y moverse por el aire.
Sin embargo, varias personas, especialmente lectores ávidos que están constantemente presionados por el tiempo, pueden optar por utilizar uno de sus deseos para adquirir la capacidad de leer a un ritmo extraordinario.
Aunque no es posible garantizar que estos rápidos movimientos oculares le proporcionen extraordinarias habilidades de lectura, no es necesario depender de un ser mágico para aumentar su velocidad y competencia en la lectura. En cambio, uno simplemente debería adquirir conocimientos sobre cómo eliminar hábitos nocivos y adoptar ciertas estrategias.
Hay una cantidad excesiva de material de lectura y no hay suficiente tiempo disponible para leerlo todo. Este es un tema que todos podemos entender y con el que podemos conectarnos. Cada día, te encuentras con material de lectura cada vez más cautivador, lo que hace que la pila de libros en tu lista de "para leer" crezca constantemente en altura.
Sin embargo, la cuestión no gira únicamente en torno al tiempo mismo. Más bien, el problema radica en la falta de lectura eficiente, causada por varios malentendidos comunes sobre la lectura.
Inicialmente no es necesario hojear un libro o un periódico en su totalidad para comprender su contenido. De hecho, es imposible leer todos los documentos que pasan por su escritorio.
En cambio, es aconsejable cultivar la práctica de discernir y clasificar las tareas en función de su verdadero significado. Abordaremos este tema más adelante. Sin embargo, le resultará bastante sencillo una vez que comprenda cómo examinar la información y elegir eficazmente las secciones que realmente capten su interés.
Además, no es necesario conservar toda la información encontrada para obtener valor del contenido. En la escuela muchas veces adquirimos una creencia errónea sobre la lectura, ya que nos sentimos obligados a memorizar toda la información de nuestros libros de texto por la expectativa de ser evaluados por el contenido.
Sin embargo, la información almacenada en la memoria se mantiene en la memoria transitoria a corto plazo y posteriormente se pierde en cuestión de días. Para garantizar la preservación de la información para uso futuro, es necesario establecer un mecanismo simple para acceder a ella y recuperarla.
Sin embargo, varias personas, especialmente lectores ávidos que están constantemente presionados por el tiempo, pueden optar por utilizar uno de sus deseos para adquirir la capacidad de leer a un ritmo extraordinario.
Aunque no es posible garantizar que estos rápidos movimientos oculares le proporcionen extraordinarias habilidades de lectura, no es necesario depender de un ser mágico para aumentar su velocidad y competencia en la lectura. En cambio, uno simplemente debería adquirir conocimientos sobre cómo eliminar hábitos nocivos y adoptar ciertas estrategias.
Hay una cantidad excesiva de material de lectura y no hay suficiente tiempo disponible para leerlo todo. Este es un tema que todos podemos entender y con el que podemos conectarnos. Cada día, te encuentras con material de lectura cada vez más cautivador, lo que hace que la pila de libros en tu lista de "para leer" crezca constantemente en altura.
Sin embargo, la cuestión no gira únicamente en torno al tiempo mismo. Más bien, el problema radica en la falta de lectura eficiente, causada por varios malentendidos comunes sobre la lectura.
Inicialmente no es necesario hojear un libro o un periódico en su totalidad para comprender su contenido. De hecho, es imposible leer todos los documentos que pasan por su escritorio.
En cambio, es aconsejable cultivar la práctica de discernir y clasificar las tareas en función de su verdadero significado. Abordaremos este tema más adelante. Sin embargo, le resultará bastante sencillo una vez que comprenda cómo examinar la información y elegir eficazmente las secciones que realmente capten su interés.
Además, no es necesario conservar toda la información encontrada para obtener valor del contenido. En la escuela muchas veces adquirimos una creencia errónea sobre la lectura, ya que nos sentimos obligados a memorizar toda la información de nuestros libros de texto por la expectativa de ser evaluados por el contenido.
Sin embargo, la información almacenada en la memoria se mantiene en la memoria transitoria a corto plazo y posteriormente se pierde en cuestión de días. Para garantizar la preservación de la información para uso futuro, es necesario establecer un mecanismo simple para acceder a ella y recuperarla.
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