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En este libro reunimos y explicamos los medios más naturales de conservar naturalmente los alimentos de consumo humano y sin el uso del frío, siempre que sea posible. Sabiendo que algunas de las sustancias no se favorecen y por el contrario se dañan, otras se deben conservar en frío para así favorecer la economía conservando las sustancias que debemos proveernos para la alimentación de nuestros cuerpos y de toda nuestra familia.

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Produktbeschreibung
En este libro reunimos y explicamos los medios más naturales de conservar naturalmente los alimentos de consumo humano y sin el uso del frío, siempre que sea posible. Sabiendo que algunas de las sustancias no se favorecen y por el contrario se dañan, otras se deben conservar en frío para así favorecer la economía conservando las sustancias que debemos proveernos para la alimentación de nuestros cuerpos y de toda nuestra familia.

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Autorenporträt
Soy argentino hijo de argentinos y nieto de Ucraniano y española, siempre viví en Buenos Aires y Mientras estudiaba la carrera de Arquitecto en la UBA trabaje en relación de dependencia en la empresa francesa Thomson CSF, para el enlace de la televisión color para la Argentina, para el mundial de 1978. Ya recibido mí interés se centró en el diseño de casas unifamiliares y sus estancias, el diseño de ambientes de cocina y salas de estar fue mi pasión durante muchos años. Tanto así que en los años siguientes luego de pasar por experiencias como diseñador para varias tiendas amoblamientos importantes, con 2 socios decidimos poner una fábrica de muebles de cocina, con locales de diseño de casas y refacciones con distribución en los 2 mejores barrios de la Ciudad de Buenos Aires. Obras como casinos, casas particulares, escenografías en TV y amoblamientos fueron los trabajos más destacados. Por situaciones económicas no del todo buenas decido emigrar a Puerto Rico para trabajar de diseñador para una sucursal de muebles Scavolini de Italia. en el año 2001 vuelvo a Buenos aires a realizar trámites y el atentado a la torres Gemelas me deja varado en la Ciudad. Firmo un contrato con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como Perito Arquitecto, en la Dirección de Habilitaciones y Permisos. Al poco tiempo termino la relación con mi pareja y decidí comenzar de nuevo. Junté todos mis ahorros y me mudé a un pequeño departamento en la ciudad de Buenos Aires. Nunca iba a sospechar que el fin de una historia sería el comienzo de otra que cambiaría drásticamente el rumbo de mi vida... Cansado por haber pasado los últimos días cargando muebles y ordenando todo en mi nuevo hogar, tomo un descanso y voy hacia la nevera por un refresco y para mi sorpresa, tibio, al abrir la puerta me doy cuenta de que las cosas no estaban frías, el refrigerador no funcionaba... Resignado a vivir sin nevera, compraba lo justo, las bebidas frías, pero, a tomarlas rápido y me comía todo para no dejar sobras. Aprendí a no desperdiciar nada, cocinaba lo justo y necesario y de esa forma también reduje unos centímetros mi cintura, al no comer más que lo que mi cuerpo necesitaba. "Vivir sin nevera", me rondaba en la cabeza, "vivir sin nevera", me repetía y resonaba en mi cerebro. ¿Cómo hago para vivir sin nevera? ¿Cómo hago será posible? ¿Cómo se conservaban los alimentos antes de que se inventara, la nevera? Empecé a investigar y descubrí que solo la carne, el pescado y la leche necesitan del frio para conservarse, a las frutas y verduras las daña. ¡Investiguemos en internet! ¡Y por todos lados había testimonios de lo mismo, las verduras no van a la nevera! Hasta el descubrimiento máximo y definitivo del "Tratado de la Conservación de las Sustancias Alimenticias" Fechado en el Siglo XVlll.