Cortarse las manos y Tantos angelitos son dos caras de una misma moneda, dos voces que, aunque parecen contradecirse, se necesitan. Julián denuncia a Greg, un sacerdote norteamericano que conoció cuando era estudiante en un colegio parroquial de la Lima de inicios del presente siglo. Greg y Julián, cada uno por su cuenta, hacen memoria sobre cómo se conocieron años atrás, cómo entablaron amistad primero y, luego, con mayor confianza, se involucraron afectiva y sexualmente, hasta el posterior fin de la relación y el desengaño. Pero la memoria es un ejercicio oblicuo. Desentierra intenciones y detalles que desde otras orillas muestran contornos diferentes, que se prefiere ignorar o que, de manera genuina, se vivieron de manera diferente. Qué es entonces la verdad y cuál el recuerdo certero que permite atribuir culpas y sufrimientos. Qué sería la verdad cuando se trata, además, de miradas y roces, del deseo, de cuerpos jóvenes y adultos que se buscan, que acuden al dominio y la seducción, es decir, que viven. Más allá de los hechos -de las distintas versiones de los mismos hechos-, estas voces siembran preguntas sobre la manera en que decidimos escuchar, creer y juzgar.
Dieser Download kann aus rechtlichen Gründen nur mit Rechnungsadresse in A, B, BG, CY, CZ, D, DK, EW, E, FIN, F, GR, H, IRL, I, LT, L, LR, M, NL, PL, P, R, S, SLO, SK ausgeliefert werden.