¿Es la justicia en algún grado inherente a la naturaleza humana? Si lo es, ¿cómo puede cultivarse y desarrollarse? Si no, ¿hay alguna manera de obtenerla? Si la hay, ¿por qué medios y cuándo? Para la mente que no ha sido instruido ni iluminada por la Palabra de Dios, estas preguntas constituyen un problema grande, sombrío y desconcertante. En su esfuerzo por hallar las respuestas a estos interrogantes, no cabe duda de que el hombre "se ha complicado la vida" (Ecl. 7:29, DHH). Sin embargo, la incertidumbre y la confusión en cuanto a nuestra relación con la justicia de Dios son del todo innecesarias, porque la verdadera situación es definida con claridad en las Escrituas.
Dieser Download kann aus rechtlichen Gründen nur mit Rechnungsadresse in A, B, BG, CY, CZ, D, DK, EW, E, FIN, F, GR, H, IRL, I, LT, L, LR, M, NL, PL, P, R, S, SLO, SK ausgeliefert werden.