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Una exquisita colección de cuentos, que recuerda una verdad hoy olvidada: la delicadeza esconde una pavorosa energía, la levedad presupone el heroísmo. Para mantener el espíritu abierto, la imaginación despierta, la mirada limpia, es preciso apoyarse en un carácter de roca, en la firma certeza de que nada hay tan sólido como una nube, la tierra no es sino materia que aspira a evaporarse. En estos relatos, Manuel de la Escalera pretende definir lo indefinible. Pero la precaria existencia que en ellos se plasma, no provoca en el lector angustia, sino una cierta sonrisa que se deriva de su…mehr

Produktbeschreibung
Una exquisita colección de cuentos, que recuerda una verdad hoy olvidada: la delicadeza esconde una pavorosa energía, la levedad presupone el heroísmo. Para mantener el espíritu abierto, la imaginación despierta, la mirada limpia, es preciso apoyarse en un carácter de roca, en la firma certeza de que nada hay tan sólido como una nube, la tierra no es sino materia que aspira a evaporarse. En estos relatos, Manuel de la Escalera pretende definir lo indefinible. Pero la precaria existencia que en ellos se plasma, no provoca en el lector angustia, sino una cierta sonrisa que se deriva de su humorismo y de una sabiduría de elegante socarrón. La nube y su espectáculo acaban siendo no sólo un remedio para la pobreza de abajo, sino una gloriosa aspiración a la que se tiende sin perder un segundo la lucidez sobre este encierro.
Autorenporträt
San Luis de Potosí, México, 1895-Santander, 1994. Cineasta y escritor, estudió Bellas Artes en México y posteriormente, en Europa, psicología y cinematografía. Relacionado con la vanguardia cultural europea tanto en España como en París, en Santander fundó el Ateneo Popular y el Cine Club Proletario. Durante la Guerra Civil rodó diversos documentales en el frente. Tras la conclusión de la contienda, fue detenido y pasó 23 años de su vida en diversas cárceles, llegando a ser condenado a muerte en 1944. Fruto de esta experiencia es "Muerte después de Reyes", que publicó en 1966 con seudónimo en la editorial mexicana Era. A raíz de este hecho, le aconsejaron que saliese de España y se marchó a México, donde trabajó como traductor. Tras su regreso a Santander en 1970 siguió desarrollando esta labor, además de colaborar en medios como "Triunfo", "Informaciones" o "Papeles de Son Armadans". Entre sus libros cabe destacar "Cuando el cine rompió a hablar", "Mamá grande y su tiempo" y "Cuentos de nubes".