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¿Qué tienen de particular los textos literarios de un gran escritor, de un autor devenido clásico, como Sholem Aleijem? La seducción de los textos reside en la multiplicidad de sus lecturas posibles y cada lectura va iluminando nuevos rincones. Sholem Aleijem observa con lucidez, ironía y ternura el dramático escenario en el que se aglomera y lucha a brazo partido por sobrevivir dignamente el pobrerío judío bajo el régimen zarista, trabajando, estudiando, rezando y discutiendo consigo mismo, con sus vecinos y con un Dios y una sociedad, injustos a menudo. Un protagonista no menor de estos…mehr

Produktbeschreibung
¿Qué tienen de particular los textos literarios de un gran escritor, de un autor devenido clásico, como Sholem Aleijem? La seducción de los textos reside en la multiplicidad de sus lecturas posibles y cada lectura va iluminando nuevos rincones. Sholem Aleijem observa con lucidez, ironía y ternura el dramático escenario en el que se aglomera y lucha a brazo partido por sobrevivir dignamente el pobrerío judío bajo el régimen zarista, trabajando, estudiando, rezando y discutiendo consigo mismo, con sus vecinos y con un Dios y una sociedad, injustos a menudo. Un protagonista no menor de estos fascinantes textos es el singular idioma en que están expresados, este sabroso ídish, empapado de espontánea sabiduría popular que atraviesa la lengua y toma forma en refranes, dichos y maldiciones, que el agudo oído de Sholem Aleijem reproduce y enriquece con su maestría. La presente antología de cuentos escogidos brinda en castellano un recorrido por algunos de los temas y personajes más significativos del mundo literario e ideológico de Sholem Aleijem, desde esas pequeñas personitas con pequeñas ambiciones de su Kasrílevke inmortal, hasta algunas de sus narraciones para chicos judíos, pasando por sus monólogos y sus relatos ferroviarios, todo matizado por el mágico encanto del humor agridulce de estos cuentos ejemplares. Eliahu Toker
Autorenporträt
A 150 años de su nacimiento y a más de 90 de su muerte, Sholem Aleijem es alguien que está más vivo que nunca. Testigo inteligente y afectuosamente irónico de la vida y los personajes de los pueblitos judíos de Europa Oriental de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, esos pueblitos y esos personajes, borrados por el paso del tiempo y sus tremendas desdichas, en las páginas de sus libros siguen andando, hablando, lamentando las injusticias y riendo con una envidiable vitalidad. Llamándose Sholem Rabinovich había nacido en 1859 en un pueblito de Ucrania, Pereiaslav, pero pasó su infancia en un pueblito vecino, Voronka, cuyas características inmortalizó con ternura en su mítica Kasrílevke, la de los judíos pobres y alegres, la de las pequeñas personitas con pequeñas ambiciones. Comenzó escribiendo en ruso y en hebreo, pero la fuerza de la lengua que se respiraba en su Kasrílevke se le impuso y el ídish fue el idioma de su vida y de su obra. Para entonces ya había adoptado su seudónimo que no era otra cosa que el saludo que intercambiaba la gente al encontrarse: Sholem Aleijem.