Con oficio y destreza de artesana María Elena Barral ha logrado reconstruir una historia que hasta hace poco habría sido siquiera imposible de imaginar. A través de este libro el mundo que se había formado en los campos bonaerenses a fines de la colonia se nos revela de una riqueza y una complejidad insospechadas. Siguiendo las pistas de los sacerdotes que desplegaron sus servicios pastorales entre los pobladores de la pampa colonial nos viene a mostrar, por primera vez, las formas que adoptaba la vida religiosa y la diversidad de prácticas que desarrollaron las instituciones eclesiásticas. Ahora sabemos que era este un mundo cristiano pero lo era de un modo muy particular. Apoyada en un sólido dominio de la historiografía más reciente y hurgando pacientemente en una enorme variedad de fondos documentales, algunos de los cuales estaban casi inexplorados, Barral ha logrado recuperar la densidad de la vida social y cultural de una pampa que no hace mucho era imaginada como un "desierto" que carecía completamente de ella y logró devolvernos una riquísima imagen del mundo social que se había conformado.