"Vamos a tener gemelos" Y el rey iba a reclamarlos. El rey Diamandis encontraba consuelo en el cumplimiento del deber. Así que cuando una imprudente noche de desenfreno tuvo como consecuencia el futuro nacimiento de dos herederos, casarse se convirtió en algo innegociable. El problema era convencer a su antigua secretaria, Katerina Floros. La orgullosa Katerina sabía que no era la persona adecuada para ser reina. Sin embargo, al haberse visto privada de la relación con su padre no quería que a sus hijos les sucediera lo mismo. Y mientras recorría la nave de la iglesia, sus traicioneros pensamientos se dirigieron a la noche de bodas. ¿Volvería a vislumbrar al hombre apasionado más allá de su papel de rey?