Un día, un hombre se puso a escribir, y al leer sus escritos se dio cuenta de que su alma quedaba desnuda. Porque en ellos relataba su sufrimiento; aquel que padece todo ser humano al perder su ser amado. Claro que, en una sociedad de por sí machista, este relato podría no ser bien visto; por el prejuicio: ¿Cómo un hombre puede animarse a decir que sufre, que llora, que ruega y espera el retorno de esa persona que ama? Pues bien, Solo Poeta se animó a desafiar a esa sociedad y dejó al descubierto la realidad por la que pasamos también los hombres cuando sabemos amar. Lo presenta en prosas y versos, a veces por dolor o soledad, y otras por no decirlo, por despecho, y al final por resignación. Lo deja así plasmado para que leas, pienses, te identifiques y sepas que no estás solo si alguna vez amaste y te dejaron. Aún y siempre te quedarán los recuerdos para mantener la esperanza de seguir amando. Y sobre todo, la ilusión pura de saber que el amor todo lo puede, todo lo vence, todo lo gana.