Las obras transmiten esas conductas deseantes, sus personajes persiguen distintos objetivos como ser santos, presidentes de la República, ganarse un empleo, robar un banco, liberarse de un autor. Todos inmersos en una cultura (la nuestra, la actual) de la que explota y muestra sus inequidades y múltiples contradicciones, incorporando en algunos casos espacios como el mundo de las redes y las computadoras. Y lo hace sin caer en sentencias grandilocuentes, sino con un lenguaje llano, por momentos chispeante, a modo de gags, donde lo que priman son las acciones que intentan resolver un pasado: vengar a un padre abatido por el sistema, escapar de la pobreza y la enfermedad, congraciarse con las autoridades eclesiásticas. Fernando Belottini ¡Algo raro está pasando en el Circo Caramelos! Animales que desaparecen, magos que no pueden hacer sus trucos, enanos que crecen, y un detective que investigará que es lo que pasó. El dueño del circo y sus integrantes deberán trabajar unidos y poner todo el corazón para poder llevar a cabo la función más importante de sus vidas. ¿Lo lograrán? Alternativa Teatral