Este trabajo surge de desprendimientos del discurso áulico. Pensado para educadores formales o informales, artistas, psicoanalistas, psicólogos y moradores del mundo "psi"; pretende propiciar incompletudes, forzamientos, fragmentos devenidos en espejos que generen resonancias... Tal vez sea como la música de una letra que, por olvidada, pretende aproximarse a uno de los imposibles freudianos: Educar. Atravesada por la poética de lo evanescente, el aula aún espera una topología que dé cuenta de un sujeto pedagógico. Mientras tanto están aquí estos esquizorrelatos breves, en fin, propuestos a su propia extinción.