Don Quijote de la Mancha es la obra más destacada de la literatura española y de las principales de la literatura universal, además de ser la más leída después de la Biblia. Genuinamente desmitificadora de la tradición caballeresca y cortés por su tratamiento burlesco, representa la primera novela moderna y la primera novela polifónica; y como tal, ejerció un enorme influjo en toda la narrativa europea.
Alonso Quijano es un noble sin bienes, que vive en algún lugar de La Mancha a comienzos del siglo XVII. Su afición es leer libros de caballería donde se narran aventuras fantásticas de caballeros, princesas, magos y castillos encantados. Se entrega a estos libros con tanta pasión que acaba perdiendo el contacto con la realidad y creyendo que él también puede emular a sus héroes de ficción.
En el mundo de Quijote, nada es lo que aparenta ser. Los molinos son gigantes, las ventas son castillos, las plebeyas son princesas, y los títeres son moros. Durante estas andanzas, no todas las aventuras son divertidas ni graciosas, en algunas don Quijote y Sancho Panza se convierten en los blancos de burlas y engaños. Al final, don Quijote ya no es el personaje cómico y burlesco. Vencido por el desegaño, nuestro protagonista recupera la cordura pero pierde la vida.
Alonso Quijano es un noble sin bienes, que vive en algún lugar de La Mancha a comienzos del siglo XVII. Su afición es leer libros de caballería donde se narran aventuras fantásticas de caballeros, princesas, magos y castillos encantados. Se entrega a estos libros con tanta pasión que acaba perdiendo el contacto con la realidad y creyendo que él también puede emular a sus héroes de ficción.
En el mundo de Quijote, nada es lo que aparenta ser. Los molinos son gigantes, las ventas son castillos, las plebeyas son princesas, y los títeres son moros. Durante estas andanzas, no todas las aventuras son divertidas ni graciosas, en algunas don Quijote y Sancho Panza se convierten en los blancos de burlas y engaños. Al final, don Quijote ya no es el personaje cómico y burlesco. Vencido por el desegaño, nuestro protagonista recupera la cordura pero pierde la vida.