Ainhoa por fin se siente libre. Libre para hacer lo que siempre quiso y dar rienda suelta a seguir escribiendo cuentos para niños, pero algo fuera de sus planes la hace optar por algo diferente. Rafael finalmente logró divorciarse y luego de mucho tiempo decide tomarse vacaciones y acepta la invitación de su amigo madrileño de pasarla con él. Pronto la cercanía se torna difícil de soportar, la atracción es innegable y los mates compartidos a la orilla de la playa se convierten en los momentos favoritos de los dos. Pero saben que cuando crucen esa línea no durará más allá del final del verano, cuando él regrese a su país y ella se quede en España. ¿Podrán olvidarse de esas vacaciones que los unió de una manera inesperada o seguirán el camino que el corazón les marque?