Esta extraordinaria novela corta retrata a una familia en 1938. A una joven, casi en el momento de convertirse en adulta, le regalan un caballo castrado y repentinamente ciego. La madre está decidida a sacrificarlo; su hija, a salvarlo. El caballo es el significante central en una lucha triangular y casi freudiana entre un padre, artista fracasado y alcohólico, una madre castradora y pragmática, y una hija que busca su independencia pero no puede permitírsela. Una ficción de la familia como campo de batalla, en la que todas las conversaciones transcurren en un campo de minas. Una brillante combinación de observaciones agudas, tensión in crescendo y conciencia moral: sencilla en la superficie y compleja en el fondo. La autora, que rehuyó ser adscrita a la Generación Perdida, es una de las escritoras subestimadas del siglo XX, comparable sin embargo por su elaborada prosa a Virginia Woolf, James Joyce y William Faulkner.