Saguaro Amaya lleva los últimos seis años de su vida recluido en un hospital para enfermos mentales, acusado de asesinar a su padre. El elaborado mundo fantástico que llena su mente ha sido motivo de diversos estudios médicos, pero nadie pone en duda su culpabilidad. En un descuido logra escapar; tras desaparecer un mes, regresa por su cuenta. Un nuevo cadáver en la que fuera su antigua casa parece confirmar la opinión que todos tienen del joven. A pesar de ello, su nuevo psiquiatra piensa diferente. El Dr. Bocanegra poco a poco va descubriendo que las fantasías de Saguaro discurren sobre una delgada línea entre la locura y la realidad; que los actos de violencia que plagaron su vida, de alguna forma, están ligados al misterioso objeto que trajo al regresar al hospital: un collar con un dije de madera labrado a semejanza de un cactus, un saguaro.