Un gaucho trabajador de las pampas bonaerenses, que vive con su mujer y dos hijos, es reclutado forzosamente para servir en un fortín e integrar las milicias que luchaban defendiendo la frontera argentina contra los indígenas, dejando desamparada a su familia. Durante años sufre penurias en los fortines —malas condiciones, hambre, frío, trato abusivo de sus superiores, los castigos estacados, el no recibir su sueldo— hasta que decide escapar después de tres años y desertar del servicio.