En El gaucho Medina, el lector es llevado a una fascinante aventura a través de los paisajes de la ruta 11 y los encantos de los veranos en San Bernardo. El relato sigue al protagonista, un hombre de respetable estatura y peso acorde, en su encuentro con viajeros en un boliche, quienes despiertan en él el deseo de visitar esa pintoresca localidad costera. A medida que se desarrolla la trama, un giro inesperado se presenta con el descubrimiento de un cadáver, lo que desencadena una investigación policial llena de giros y nuevos personajes. Entre ellos se destaca el intrigante mayordomo de la estancia donde trabaja el protagonista, cuya presencia añade una capa de misterio a la narrativa, así como luego aparece el paramilitar, una oscura muestra de nuestro pasado. El autor, en un cameo circunstancial, nos sumerge en un mundo donde la imaginación hace de las suyas, creando una trama intrigante y llena de suspenso y color. Es importante destacar que, si bien la novela presenta elementos ficticios, sus actores son caricaturas exageradas de personas reales, a los cuales algún testigo privilegiado podría reconocer, en tanto la atmósfera y los escenarios evocan con precisión algunos veranos en la costa argentina. El gaucho Medina es una obra que cautiva desde la primera página e introduce al lector en un universo donde la realidad y la ficción se entrelazan, todo ello dedicado al "hincha de Ginnasia", a quien le debemos este atrayente personaje.