Hacia la mitad de la actuación final, muchas personas de entre el público ya se habían deshecho de sus ropas mientras seguían allí de pie, apretujadas firmemente contra el resto de la multitud. Todo ocurría en la oscuridad y, la mayoría de las veces, en un silencio autocontrolado. Nadie se tenía por qué enterar, a excepción de las pocas personas que estuvieran muy cerca, claro. En un mundo decadente, Zakorov y Fiona son los protagonistas del circo. Diferentes al resto de los humanos, su pasión atrae a miles de espectadores a la carpa del circo en un número único en lo que queda del planeta. Pero la actuación de esta noche cambiará el curso de sus vidas.-