Jay Gatsby, el caballero que reina sobre West Egg, el anfitrión de las noches sin tregua, pero también el triunfador marcado por el trágico sino de una soledad no pretendida, es el arquetipo de esos años veinte que se iniciaron con la Prohibición y discurrieron en el gangsterismo y la corrupción política organizada. Protagonista de una década que culminaría con la catástrofe de 1929, su imagen de esplendor no hace sino anunciar un drama inevitable.
Publicada en 1925, "El gran Gatsby" lanzó a Scott Fitzgerald al nivel de los clásicos, auténtico representante de los años dorados de una sociedad norteamericana que se desplomó con el crack del 29. Acumular riqueza para ocupar un lugar destacado en la sociedad es el motor de sus personajes, seres inconscientes que se mueven en un mundo vacío y artificial.
La vida del escritor no estuvo lejos del escenario narrado. De joven tuvo que hacer muchos esfuerzos para acceder a Zelda Sayre, quien pertenecía a un nivel económico superior. Casados, la vida fue un continuo derroche: muchas fiestas, viajes a lugares de moda, lujo, excesos y glamour. Todo ello, mezclado con alcohol y la locura de Zelda , maldita enfermedad que la llevó de sanatorio en sanatorio, en donde terminó sus días a causa de un incendio.
La lectura de "El gran Gatsby" puede parecer ligera y hasta banal si se interpreta únicamente como una historia de amor frustrado. Pero entre líneas, con imágenes acertadas, el autor dibuja un mundo decadente, señalando la ausencia de valores en un sector privilegiado que vive aislado del resto de los mortales, cruel en su indiferencia, de espaldas a la realidad. Las descripciones son tan contundentes, que no queda duda de la intención: exponer la decadencia moral que se desplomó junto con la bolsa y los bancos. Ser rico no exime a nadie de la lucha por una vida decente.
Publicada en 1925, "El gran Gatsby" lanzó a Scott Fitzgerald al nivel de los clásicos, auténtico representante de los años dorados de una sociedad norteamericana que se desplomó con el crack del 29. Acumular riqueza para ocupar un lugar destacado en la sociedad es el motor de sus personajes, seres inconscientes que se mueven en un mundo vacío y artificial.
La vida del escritor no estuvo lejos del escenario narrado. De joven tuvo que hacer muchos esfuerzos para acceder a Zelda Sayre, quien pertenecía a un nivel económico superior. Casados, la vida fue un continuo derroche: muchas fiestas, viajes a lugares de moda, lujo, excesos y glamour. Todo ello, mezclado con alcohol y la locura de Zelda , maldita enfermedad que la llevó de sanatorio en sanatorio, en donde terminó sus días a causa de un incendio.
La lectura de "El gran Gatsby" puede parecer ligera y hasta banal si se interpreta únicamente como una historia de amor frustrado. Pero entre líneas, con imágenes acertadas, el autor dibuja un mundo decadente, señalando la ausencia de valores en un sector privilegiado que vive aislado del resto de los mortales, cruel en su indiferencia, de espaldas a la realidad. Las descripciones son tan contundentes, que no queda duda de la intención: exponer la decadencia moral que se desplomó junto con la bolsa y los bancos. Ser rico no exime a nadie de la lucha por una vida decente.
Dieser Download kann aus rechtlichen Gründen nur mit Rechnungsadresse in A, B, BG, CY, CZ, D, DK, EW, E, FIN, F, GR, HR, H, IRL, I, LT, L, LR, M, NL, PL, P, R, S, SLO, SK ausgeliefert werden.