El gran teatro del mundo es, junto a La vida es sueño y El alcalde de Zalamea, una de las obras más conocidas de Calderón de la Barca. Escrita, probablemente, entre 1630 y 1635, esta obra demuestra la pericia del autor en géneros tan diferentes como el auto sacramental, la comedia filosófica o el drama de honor. Traducido y representado innumerables veces, en todo tiempo y lugar, este auto sacramental ha superado los condicionamientos estéticos de la época en que fue escrito para extender con fuerza un mensaje ya conocido desde los clásicos latinos