9,99 €
inkl. MwSt.
Sofort per Download lieferbar
  • Format: ePub

El litoral de los pantanos de Louisiana está plagado de cosas naufragadas. Hay serpientes, perros incendiados, ratas, restos de civilizaciones indias, madera a la deriva, fosas vacías, niños con branquias, casas sobre pilotes carcomidos, barcas con nombres de mujeres que ser marcharon hace tiempo, árboles que se derrumban, disparos en la espesura, cadáveres arrastrados por la corriente, chatarra oxidada y gente que se va a pique. Estas son sus historias. Así se ama y así se sangra en las marismas. Mark Richard bucea en las vidas de los golfos y los marginados para mostrarnos la humanidad…mehr

Produktbeschreibung
El litoral de los pantanos de Louisiana está plagado de cosas naufragadas. Hay serpientes, perros incendiados, ratas, restos de civilizaciones indias, madera a la deriva, fosas vacías, niños con branquias, casas sobre pilotes carcomidos, barcas con nombres de mujeres que ser marcharon hace tiempo, árboles que se derrumban, disparos en la espesura, cadáveres arrastrados por la corriente, chatarra oxidada y gente que se va a pique. Estas son sus historias. Así se ama y así se sangra en las marismas. Mark Richard bucea en las vidas de los golfos y los marginados para mostrarnos la humanidad soterrada de los habitantes de los pantanos. La otra cara de lo que alguien sin escrúpulos llamó en su día «El Gran Sureño Americano». Este libro fue galardonado con el PEN/Ernest Hemingway Foundation Award al mejor libro de relatos de 1990. «No cuentes con volver a la seguridad de tu mundo después de leer a Mark Richard.» Los Angeles Times Book Review
Autorenporträt
Mark Richard, de ascendencia cajún-creole-francesa, nació en Luisiana y pasó buena parte de su infancia en hospitales para niños tullidos. Debido a la deformidad de sus caderas le dijeron que a partir de los treinta estaría condenado a vivir en una silla de ruedas. No fue así. El día que los cumplió le pilló haciendo autostop para mudarse a Nueva York y ser escritor. No lo tuvo fácil. Su padre, un hombre violento e impredecible, les abandonó una noche de borrachera. Sus motivos: la mala tierra, una mujer triste, varios bebés perdidos, un hijo «extraño» y la marcha del general Sherman. A los trece Mark se convirtió en el locutor de radio más joven del país. Abandonó sus estudios, se metió en problemas y se pasó tres años faenando en barcos pesqueros. Fue fotógrafo aéreo, pintor de brocha gorda, camarero e investigador privado. Asistió al taller literario de Gordon Lish, que le compró un gorro de artillero forrado de lana para sobrevivir al duro invierno de Nueva York y le publicó su primer libro de cuentos. El libro se vendió poco, pero después de que la editorial le transmitiera su poca fe, Norman Mailer le entregó el PEN/Hemingway Foundation Award y Barry Hannah le llamó para dar clases en Oxford, Mississippi. Por las noches se acercaba con su perro a la vieja casa de Faulkner y se asomaba a las ventanas esperando ver fantasmas. Un día, al volver de su paseo, se encontró a Larry Brown sentado en la mesa de la cocina, fumando y bebiéndose su bourbon. En el Sur nadie cierra la puerta de atrás. Al verle, Larry simplemente le dijo: «Hey». Actualmente vive en Los Ángeles con su mujer y sus tres hijos. El día de su boda se dio cuenta de que había conocido a todos sus amigos en bares. Es autor de dos colecciones de relatos, una novela y un libro de memorias.