Icas vino por el camino, pero nadie sabía de dónde venía. Permaneció en silencio, quieto, siguiendo al grupo en silencio. Por mucho que le preguntaran de dónde venía, no respondía nada. De hecho, siempre respondía cuando se le preguntaba su nombre: ¡ICAS! Sigue al grupo de niños como una sombra, pero una noche, alrededor del fuego, ¡¡¡¡cuánto pasó!!!! La mula sin cabeza, el cielo, el infierno... El mundo de la fantasía. ¿VAMOS A HACER UN VIAJE FANTÁSTICO CON ELLOS EN LAS PÁGINAS DE ESTE LIBRO?