A Simon y Rakel les interesa el BDSM. Normalmente es Simon quien manda y a Rakel le encanta dejarse ir y rendirse a sus impulsos. Rakel le cuenta a Stina las historias de su vida sexual y sus juegos eróticos con él. Pero Stina le plantea una cuestión interesante: ¿qué pasaría si fuera Rakel quien sostuviera el látigo? ¿Acaso desea Simon asumir un rol sumiso? A Rakel le resulta muy intrigante... a lo mejor deberían intentarlo e intercambiar papeles.-