Sherlock Holmes y el doctor Watson se encuentran charlando una fría mañana de primavera, después del desayuno, y Holmes se lamenta de que los criminales han perdido audacia y originalidad. Dice literalmente: "En cuanto a mi pequeño consultorio, parece que está degenerando en una agencia de recuperación de lápices perdidos y de consejos a jovencitas de internados escolares. Creo que, al fin, he tocado fondo".Holmes muestra a Watson una carta que le envía una tal señorita Hunter en la que pide que le aconseje si debe aceptar un empleo de niñera. Watson intenta consolarle diciéndole que las cosas muchas veces no son lo que parecen, y en ese momento anuncian a la señorita Violet Hunter. Contra todo pronóstico, la joven le gusta a Holmes, ya que detesta los fingimientos y le agrada la gente clara y decidida. Acepta el caso, y así se inicia El misterio de Copper Beeches.Violet Hunter visits Holmes, asking whether she should accept a job as governess; a job with very strange conditions. She is enticed by the phenomenal salary which, as originally offered, is £100 a year, later increased to £120 when Miss Hunter balks at having to cut her long hair short (her previous position paid £48 a year). This is only one of many peculiar provisos to which she must agree. The employer, Jephro Rucastle, seems pleasant enough, yet Miss Hunter obviously has her suspicions.She announces to Holmes, after the raised salary offer, that she will take the job, and Holmes suggests that if he is needed, a telegram will bring him to Hampshire, where Mr Rucastle's country estate, the Copper Beeches, is situated.